domingo, 2 de enero de 2011

Cada año, por mi cumpleaños,  quiero un aeródromo para poder volar y flotar por el cielo y ver que mis problemas son tan pequeños, que casi ni los puedo ver. Podría ver como los minúsculos arboles pintan el paisaje de verde. Gritaría hasta quedarme sin voz que la vida, tal y como la vemos, es o una mierda, o lo mejor del mundo. Creo que a algunos les da miedo pensar que las cosas pueden ser distintas. El mundo no es exactamente, como decirlo.. ¿una mierda? Muchas personas están acostumbradas a las cosas como están... y aunque estén mal, no pueden cambiar. Y digamos que se rinden... Y cuando se rinden, todos pierden. Pierden aunque no quieran hacerlo, ya que no tienen otro remedio. Si no luchas ahora, no te queda nada para después. ¿Sabes? Una vez estuve en peligro y desde ese momento no he olvidado nunca ese sonido. Lo primero que oyes es click, es tu pie, ha activado mina anti-persona, cuando lo oyes, se acabó. Pero tu cabeza se vuelve loca ¿Sabes?, tú piensas... tal vez si doy un salto, tal vez si encuentro una roca que pese lo mismo que yo. Pero no, no se puede hacer nada, tú oyes click, y a volar. Muchas personas tienen problemas. Hay millones ahí, pero al final todo se reduce a una sola. A veces me entra el pánico, me olvido de respirar, pero sé, sé que hay algo hermoso en todas las imperfecciones. Algo que nadie podrá cambiar, nadie cambiará el curso de la vida y por supuesto el día de mi cumpleaños, montada en un globo, viendo como las personas dejan huir sus problemas, de la misma forma que haría yo. Ahora soy muy afortunada, al poder tener un ordenador, poder tener una casa, y que el agua corra por el grifo… muchas cosas que no les damos importancia, pero que millones y millones de personas, no tienen. Y ellas, no pueden huir de sus problemas en un globo de aire.

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