sábado, 15 de enero de 2011

Sonrio, porque puedo, porque quiero y porque tengo motivos para hacerlo. Cuando uno no sonríe, es porque le habrá pasado algo, una perdida reciente de un pariente cercano, una amistad rota, incluso, suspender un examen. Muchas personas, están tristes, por algún crio, que ni si quiera vale la pena. ¿No te das cuenta de que pasa de ti? ¿No sabes, que puedes tener al que quieras? El problema es que tú no quieres, que no quieres olvidarte. Te estás machacando con eso. Si te das cuenta, TODOS, estamos solos, acabaremos solos, aunque tengamos a millones de personas alrededor apoyándonos cada día. Millones de esas personas, no saben ni la mitad de lo que te puede estar sucediendo. No sé si es suerte, o quizás ya me haya mentalizado. Ahora, el consejo va para ti: Que un tio que no valga nada, te controle la sonrisa.

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